La dedicatoria más conmovedora que alguna vez haya leído
Me refiero a una dedicatoria que no ocupa ni siquiera media cuartilla; no obstante, me conmovió a tal punto, que hoy sale a relucir por acá. Se encuentra en el primer libro de la serie Crónicas de Narnia, publicado en 1950. Pero antes de que la lean, permítanme decirles algo acerca de su autor y cómo llegué a conocerlo. Sería en 1985, cuando mi pastor, Néstor Alejandro Blanco nos recomendó algunos libros que versaban sobre la vida de Fe, entre ellos, uno que devoré como un hambriento y que no he dejado de C.S. Lewis consultar: Cristianismo y nada más , versión castellana de la editorial Caribe, referido a la esencialidad del mensaje de Jesús, limpio de radicalismos, ortodoxias , e interpretaciones torcidas y hasta contumace s , para brillar como la gema entre las joyas que en realidad es. Por años creí que el autor era solo un ensayista de excepción. Hasta que un diciembre, veo el poste de la película El León, la Bruja y el ropero y debajo